lunes, 21 de mayo de 2012

Estado de impostura: ¿Quién escapa de la condición de farsante?


En su obra, Impostura, Enrique Vila-Matas pretende mostrar cómo en un mundo donde nadie está satisfecho con lo que es, el constante estado de impostura resulta la única salida al desespero producido por la monotonía y el inconformismo; una forma de ver las sociedades de hoy en día en donde nadie escapa a la condición de ser un farsante. El texto se sitúa en la ciudad de Barcelona, a mediados del siglo XX, y aunque la historia gira en torno a un manicomio, en el se mueven desde estratos económicamente bajos, hasta los más altos.
Enrique Vila-Mata nace en 1948 en la ciudad de Barcelona, mismo espacio y tiempo donde se desarrolla su historia. Pero estos no son los únicos detalles de su vida que este escritor no relaciona directamente en su historia. Pequeños lugares, como el cine Metropol son mencionados a lo largo de la obra, y hacen parte de su vida, pues fue frente a este cine que el nació. Estudió periodismo y derecho, pero se dedico a la escritura y los cortometrajes. A finales de 1971 realizó servicio militar en Melilla, lo que podría justificar que en su historia uno de los personajes se relacione con las milicias y se mencione el tema de la guerra civil. Además, este conjunto de experiencias hizo que el autor definiera su percepción de la sociedad y del individuo, que la manifiesta en la obra como transeúntes fugaces, como almas en pena que siempre van en dirección contraria a sus sueños.
Vila-Mata tiene un estilo bastante descriptivo, seguramente por su formación como periodista, y en muchos casos, le aplica ciertos toques poéticos para hacer más emocional cada una de sus descripciones. No usa citas, ni se refiere a otros textos. Aunque el texto este situado en un lugar y en una época específica, a la que muchos podríamos resultar ajenos, el autor uso un lenguajes bastante común, ya que no usa extranjerismos ni regionalismos, y por lo tanto no requiere de ninguna explicación extra y tampoco pretende que el lector tenga muchos conocimientos previos acerca de su contexto pues como no se dirige a un público específico,  el vocabulario no es tan difícil de comprender.

Además, propio del estilo del autor, va añadiéndole el toque crítico y subjetivo a cada momento de su historia pues se refiere a la ciudad, y a todos los que en ella habitan, como conformistas que no luchan por lo que realmente quieren; pero a la ves los hace ver como inconformes que nunca quieren ser lo que ya son, como en el caso de uno de sus personajes principales, Barnaola, a quien no le gusta su trabajo, aborrece a las personas con las que tiene que compartir sus días laborales, sumergido totalmente en la monotonía, incluso trabajando en un manicomio, y no se siente a gusto con la vida que está viviendo, sin embargo no hace nada por cambiar su situación, incluso si tiene claro qué lo que realmente quiere. Menciona elementos como la falsedad, problemas de identidad, y finalmente la impostura, esos momentos, aparentemente desquiciados, en donde las personas aceptan por fin su verdadera personalidad, y que suelen sen confundidos como locura o falacia.
Impostura está basada en una historia real que sucedió en Italia y fue adaptada en el contexto catalán por el escritor. Esta novela, aunque maneja un solo contexto geográfico, maneja más de un contexto sociocultural, y compara directamente a dos prototipo de mujer. En primer lugar, se encuentra la mujer de clase alta, elegante, adinerada, y muy decente. Por el otro lado se encuentra una mujer de clase baja, anteriormente miembro de las milicias, con otras formas de hablar y comportarse y a quien al principio no recibía el mismo trato que la mujer adinerada.

Durante el desarrollo de la historia se maneja una sola voz, y es la de un narrador externo que aparentemente no tiene participación en ningún acontecimiento. Pero sólo hasta el final es que se logra entender que ese narrador si hace parte de la historia, pues es el médico, y más importante aun, el confidente de el protagonista, Barnaola. El escritor se encarga que estos grandes detalles sólo se descubran solo hasta al final, para generar cierta expectativa y sorpresa en su público lector.

A través de Impostura, Enrique Vila-Matas manifiesta ese desagrado personal por la realidad continua que vivían y viven las sociedades. Donde las ciudades son lugares muertos, llenos de miseria, donde el inconformismo amarga pero el conformismo no permite actuar, donde los sueños y las verdaderos deseos de cada hombre estuvieran subyugados a la monotonía, y donde los farsantes y la impostura son más abundantes que las personas reales. En una obra que permite establecer una posición crítica, pero más importante aun, permite reflexionar sobre todos estos temas que se han mencionado anteriormente, pues no son temas ajenos a casi ninguna realidad, pues personas así deambulan por todo el mundo, no únicamente en Barcelona.
Por:Juliana Peña González
Foto sacada de: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0xzhl-yrfr_Zk_T-LIeCPiTqYXkCZQFXBLmpuux1H3EbTVzFE7Vn9BCh744A1FmGAu85WobBcoTTK3LkNM7XwYaweyKjnW1IbC9OZZXSZBOgJNmGwJ55PKiLvWDfF_0ad6LWJejWYnnk/s400/untitled.bmp
foto sacada de: http://www.ellitoral.com/diarios/2009/06/05/culturadiario/CULT-02-web-images/5_opt.jpeg

No hay comentarios:

Publicar un comentario